::Expo 2008::Algunos mitos de la expo

Ya está en la calle el número 3 de Diagonal-Aragón, un especial sobre la Exposición Internacional de Zaragoza. Puedes encontrar la edición en papel en los sitios habituales.

A continuación un artículo de Javier Gimeno y Joaquín Lucía para ir abriendo boca: Algunos mitos de la Expo: desmontamos las «verdades innegables del evento»


ALGUNOS MITOS DE LA EXPO
Economía, capital, trabajo: desmontamos las «verdades innegables» del evento.

LA EXPO TRAE RIQUEZA
El aumento de la población y la extensión de la ciudad demanda cada vez una mayor inversión en servicios públicos (educación, sanidad, centros cívicos, etc.). Sin embargo, el recorte en estos gastos hace que estos servicios, que son los que realmente mejoran la calidad de vida de una ciudad, no dejen de empeorar. ¿No sería mejor haber invertido los 870 millones de euros gastados en el recinto de Ranillas en la mejora de estos servicios? ¿Acaso la ciudadanía tenía necesidad de gastarse 40 millones en la torre del Agua “más grande de Europa” o 60 millones en el pabellón Puente? Con todo este dinero se podrían haber construido 200 centros de salud como el que se está haciendo en Valdespartera y que ha costado 4,4 millones.

LOS FONDOS VIENEN DE MADRID
Independientemente del nombre que figure, el dinero público sale todo del mismo sitio, de los impuestos, y gastarlo en una exposición o en escuelas es una decisión política. Lo invertido por el Gobierno central en la Expo se ha quitado de otras inversiones estatales comprometidas en Aragón, como el Fondo Especial para Teruel. Se cambian las prioridades, no la cantidad, puesto que la inversión del Gobierno central en Aragón es la misma.

LA EXPO SE AUTOFINANCIA
La inversión pública es a fondo perdido, por lo que se parte de un déficit de más de mil millones de euros que no se recuperará nunca. Sí podrá hacerse frente a los gastos de explotación, gracias la venta de los terrenos de Ranillas, regalados por el Ayuntamiento a la empresa Expoagua. Para colmo, buena parte de los terrenos regalados se van a volver a comprar con dinero público (por ejemplo, la DGA ya ha confirmado la instalación de cuatro consejerías en el recinto).

La previsión de ingresos generados por la muestra es de 329 millones, poco más del 10% de su coste total. Estos ingresos provienen fundamentalmente de la venta de entradas (116 millones) y de los patrocinios (108 millones). Claro que los patrocinios de las empresas no son generosas donaciones, sino que tienen como contrapartatida suculentos contratos o incluso, como en el caso de Ibercaja, el ‘regalito’ de unos terrenos en Valdespartera para la construcción de vivienda. Lo que dan con una mano lo recogen multiplicado con la otra, de lo contrario no “colaboran”, y muestra de ello es el rechazo de Endesa de construir el azud porque “no le resultaba rentable”, a pesar de que en un primer momento lo había vendido como una “contribución a la Expo”. Y como siempre, lo que no es rentable se paga con dinero público (23 millones de euros nos ha costado esta obra tan ‘necesaria’ para la ciudad que permitirá navegar barquitos).

LA EXPO GENERA EMPLEO
Resulta curioso escuchar a nuestros gobernantes decir que en Aragón “disfrutamos de pleno empleo” y acto seguido utilizan la creación de empleo para justificar sus proyectos. Pero, ¿qué tipo de empleo genera la Expo? Salvo los bien remunerados puestos asesores, expertos y ‘enchufados’ varios, no parece que sea de gran calidad. El empleo creado en la construcción es temporal, y en él intermedian una gran cantidad de subcontratas, cada una de las cuales se queda con un pedazo del pastel, por lo que a los trabajadores sólo les quedan las migajas y a costa de horas extra, trabajo a destajo y arriesgar su vida en los andamios para poder ganársela. El empleo de hostelería y servicios tampoco parece que sea mucho mejor, pues es temporal y mal remunerado.

Ahora bien, ¿necesita Aragón el empleo precario de la Expo? ¿No sería mejor invertir en actividades que aporten valor añadido y mejoren nuestra productividad, puesto que este tipo de economía es la única capaz de crear empleo cualificado y de calidad? Quizá para la clase trabajadora sí, pero ¿qué gobernante actual se puede resistir a un pelotazo como el de la Expo?

QUIEN SE OPONE A LA EXPO ES UN “ANTITODO” Y ESTÁ EN CONTRA DEL DESARROLLO
Considerando el grave déficit social que padece Zaragoza y Aragón, ¿no habría sido mejor invertir todos estos millones en sanidad, educación, equipamientos para nuestros barrios y pueblos, comunicación ferroviaria que vertebre el territorio, cultura, etc.? ¿Apostar por un desarrollo basado en la economía productiva y no en la especulativa es ser un “antitodo”? ¿Considerar que el agua y el desarrollo sostenible son algo más que un eslogan y que nada tienen que ver con dragados, azudes y cemento por doquier es estar en contra del desarrollo? La oposición a la Expo es precisamente la apuesta por un desarrollo económico y social sostenible.

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