Desde que hace ya algo más de tres años entrásemos en crisis, los trabajadores de todos los países del mundo y concretamente los del Estado Español hemos asistido a una auténtica avalancha de medidas que, de forma directa o indirecta, recortan nuestros derechos, nuestras libertades y nuestro poder adquisitivo; es decir, en resumidas cuentas, nuestra dignidad.
Primero fueron las “operaciones de rescate” a la banca, eufemismo con el que el Gobierno del PSOE nos coló un regalo descarado a los bancos, entes privados por excelencia, de grandes sumas de dinero público, algo especialmente sangrante si tenemos en cuenta que buena parte de la culpa de esta crisis la tiene la política crediticia que esa misma banca venía siguiendo desde hacía años, sin que nadie le pusiera freno.
Tras esto vino la subida de los impuestos indirectos, aquellos que pagamos por igual pobres y ricos y que por lo tanto más nos perjudican a los menos pudientes, como el IVA, la gasolina, etc, así como otra subida del IRPF, que afecta directamente a todos los trabajadores en activo, mientras se seguía –y se sigue– tolerando que las grandes fortunas, caso de las SICAV, tributen sólo al 1%. ¿Porqué no se reducen los sueldos y pensiones de los diputados, consejeros, alcaldes y el dinero destinado a la Iglesia Católica, militares monarquía y a las burocracias sindicales gratificadas ampliamente por firmar todo tipo de pactos a espaldas de la clase trabajadora?
A continuación, de nuevo el Gobierno del PSOE junto a buena parte del arco parlamentario pero con el rechazo de la mayoría de la sociedad, impuso por decreto una Reforma Laboral de las más agresivas contra los trabajadores, en la cual entre otras cosas se abarata el despido de forma encubierta, incentivando contratos con indemnizaciones por despido más bajas, se pretende dañar muy seriamente la negociación colectiva facilitando a las empresas el incumplimiento de los salarios que se estipulan en cada convenio, y se va a incentivar la contratación a tiempo parcial con la excusa de favorecer los contratos indefinidos de este tipo y de paso “luchar” contra el paro, cuando la realidad es que, habida cuenta de los salarios que se pagan en el Estado Español, esto supondrá que muchos trabajadores se encuentren con sueldos en el umbral de la pobreza que no les den para vivir, mientras el gobierno español gasta en gastos militares cientos de millones de Euros en las guerras imperialistas, ejemplo: (un millón de euros diarios del erario público en la invasión de Afganistan etc…)
Por último de momento, ha venido a comienzos de 2011 la firma de un Pacto Social, con la connivencia de PSOE, Parlamento, CEOE, CEPYME y burocracias sindicales (UGT-CCOO), en el cual entre otras cosas se asesta un durísimo golpe a la Seguridad Social, porque mientras hablan de salir de la crisis, lo primero que proponen es alargar la edad de jubilación a los 67 años y eso es una vergüenza para los mayores, un portazo a los jóvenes y un grandísimo negocio para la banca, que está detrás de los fondos privados de pensiones, lo cual supone un gran paso hacia la conversión del Estado Español en una mala copia de los países más liberales en economía y por lo tanto con menos prestaciones sociales del planeta.
Además, este Pacto Social se ha construido en base a MENTIRAS, tales como la insostenibilidad de nuestro sistema de Seguridad Social, cuando su Fondo de Reserva, creado en el año 2000 a partir de una parte del superávit que la propia Seguridad Social genera de forma ininterrumpida cada año durante los últimos 30, ha pasado en diez años de algo más de 600 millones de euros, a superar los 60.000. A esto debemos sumar el aumento continuo del paro, cuyas cifras se han duplicado en apenas dos años y medio, y el abandono descarado hacia este sector de la clase trabajadora por parte de UGT y CCOO por un lado, que todavía no han dicho esta boca es mía en ninguna de las ocasiones en las que se han anunciado recortes contra los parados, y del Gobierno por el otro, que empezó mal al otorgar una limosna de 426 euros a los parados de larga duración en lugar de obligar a la patronal a crear puestos de trabajo, y ha continuado peor al eliminar dicha prestación de un día para otro y sin dar ninguna alternativa.
Por todas estas razones, los sindicatos firmantes de este manifiesto queremos plantear a todos los trabajadores, jóvenes o no, en activo, en paro o jubilados, en precario o estables, inmigrantes o de aquí, la necesidad de un proceso de lucha que ponga freno a este ataque organizado contra nuestros derechos más elementales, y que concluya con la convocatoria de una Huelga General verdaderamente combativa que nos restituya lo que hemos perdido, y que nos devuelva lo más elemental: nuestra dignidad.
También denunciamos a las burocracias sindicales de UGT y CCOO, por su entreguismo y su política pesebrera, por haber firmado un nuevo Pacto Social contra los trabajadores, y por haber demostrado que para ellos la convocatoria de la última huelga general no fue nada más que un lavado de cara interesado para lo que iba a venir después. Ante esto, los trabajadores tenemos que tener claro que SEMOS TREBALLAD@RS, SEMOS PUEBLO, SEMOS ASTÍ. Conscientes de que somos los trabajadores los protagonistas de la lucha por alcanzar una sociedad aragonesa justa, libre, solidaria y feliz.
POR LA JUBILACIÓN A LOS 60 AÑOS POR LA JORNADA LABORAL DE 35 HORAS
PARA CREAR EMPLEO
POR EL REPARTO DEL TRABAJO Y LA RIQUEZA
POR UNA SALIDA SOCIAL A LA CRISIS
MANIFESTACIÓN 14 ABRIL
20:00 HORAS GLORIETA SASERA
CATA / CGT / CNT-AIT / INTERSINDICAL ARAGÓN / SOA
Comentarios recientes