El desfile de carnaval «Por un Fin del Mundo Ecológicamente Sostenible», organizado de forma autogestionada por varios colectivos sociales zaragozanos, recorrió el pasado día 16 de febrero las calles más céntricas de la ciudad, inundándolas de ruido, color, burlas y críticas a la Expo, la represión, la especulación o la destrucción del medio ambiente.
No menos de 600 personas disfrutaron en las calles más céntricas de la ciudad bajo el lema “Por un fin del mundo ecológicamente sostenible”.
El alegre pasacalles fue organizado por una docena de colectivos zaragozanos, tuvo un marcado carácter reivindicativo y discurrió desde la plaza San Miguel, por la calle del mismo nombre, el paseo Independencia y la calle Alfonso, hasta la plaza del Pilar, donde se leyó el manifiesto final.
La fiesta se abrió con la presentación de las comparsas. El cortejo lo abrían los ya tradicionales y espectaculares Diaples de La Madalena, exhibiendo un amplio despliegue pirotécnico. A continuación, cerca de una veintena de comparsas que eligieron para sus disfraces y coreografías temas candentes de la actualidad zaragozana, con especial protagonismo para la protesta contra la celebración en la capital maña de la Exposición Internacional del año 2.008. Uno de los protagonistas indiscutibles de la fiesta fue Especulín, la mascota elegida por los detractores de la Expo, un muñeco con cabeza de ladrillo y bolsillo llenos de billetes que representa el carácter especulativo del evento. Le acompañaban otra carroza exigiendo la libertad para los peces encerrados en el futuro acuario de la Expo, un grupo de mejillones cebra que culminaron su actuación adhiriéndose a un coche de la policía local y a las puertas del Ayuntamiento, las “ranillas” expulsadas del meandro del mismo nombre y otro grupo que portaba titulares de periódico evidentemente satíricos sobre la Expo.
Las medidas represivas a las que nos están acostumbrando las autoridades policiales y gubernativas también fueron objeto de burlas por parte de la concurrencia. Una de las comparsas exhibió unos conseguidos disfraces de multas municipales, mientras otros participantes portaban carnés de identidad en los que su propia cara sustituía la foto, en medio de cánticos y bailes alusivos al Delegado del Gobierno.
Otras comparsas eligieron temas como la vivienda digna o la destrucción del medio ambiente, esta última también con coreografía incluida a cargo de gente trajeada con sospechoso aire “Blues Brothers”.
No faltaron los grupos disfrazados de presos, ni las protestas contra la posible instalación de una base de la OTAN y el traslado de la Escuela de Bellas Artes, ni tampoco grupos de malabaristas, gaitas y batucada. varios de los grupos participantes aprovecharon la ocasión para repartir centenares de octavillas entre los viandantes.
No hubo ningún incidente destacable, a pesar de la constante presencia de policía local, que esta vez se limitó a cortar el tráfico por las vías por las que discurría el pasacalles.
Los colectivos organizadores valoraron positivamente la jornada, que concluyó con una fiesta en la que se presentó el CD “Expovisión”, que recoge algunas muestras del arte musical popular contra la Expo.
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