Con motivo del día de la Mujer Trabajadora, la Coordinadora de Asociaciones de Mujeres ha sacado este manifiesto, así mismo, la coordinadora «Chocho de Marzo» ha pegado carteles por la ciudad invitándonos a ir «más allá del feminismo, más allá del género».
Acude a la manifestación a las 20:00 en Glorieta Sasera
…y después por la noche… FIESTA de Lasdelocho en Treziclo, (C/ Liñán, nº8).
No te pierdas la programación especial de Radio Topo 101.8 f.m , el sábado 10 de marzo a partir de las 14:00.
Decía Martin Luther King Jr. que “una amenaza a la justicia en cualquier lado es una amenaza a la justicia en todos lados”. Esta máxima sirve de guía al feminismo de dos maneras:
– Por un lado, el feminismo reivindica la voz de las silenciadas por la Historia. Lucha por la igualdad, contra las injusticias que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo. Pero, sobre todo, lucha con el convencimiento de que esas injusticias son una amenaza para cualquier sociedad que pretenda ser democrática e igualitaria.
– Por otro lado, el feminismo se compromete con una visión integral de la política, una visión que no olvida el resto de injusticias: aquellas basadas en la clase, la etnia, la orientación sexual o la discapacidad, y que aparecen superpuestas con las injusticias de género.
Por eso merece la pena seguir hablando de feminismo. Mientras las mujeres no puedan decidir libremente sobre sus cuerpos, mientras decenas de ellas sigan muriendo cada año a manos de sus parejas, mientras la tasa de paro femenina doble la masculina, el salario bruto mensual de los hombres sea un 36,7% mayor que el de las mujeres, la pobreza sea un fenómeno mayoritariamente femenino, las mujeres sigan dedicando más de 10 horas diarias al hogar y la familia y la conciliación de las trabajadoras dependa de la privatización de los cuidados; mientras todo esto ocurra, seguiremos siendo feministas, luchando contra la injusticia.
Este año van a cobrar protagonismo dos leyes que avanzan hacia la conquista de derechos por la igualdad:
– la Ley de autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia
– la Ley Orgánica para la Igualdad efectiva de hombres y mujeres.
– En primer lugar, la llamada Ley de Dependencia, nos recuerda que el cuidado de personas dependientes tiene que ser una responsabilidad social prioritaria asumida por hombres y mujeres, así como por el Estado. Reivindicamos que la titularidad de los derechos sea individual y universal, esto implica que lo que origine los derechos no sea una previa contribución social, sino la condición misma de ciudadanía.
Pero hace falta más. Reivindicamos un sistema económico en el que se parta del reconocimiento de la interdependencia de unas personas respecto a otras y en el que los sujetos sean agentes activos para insertarse en las redes de cuidados y de sostenibilidad de la vida que libremente elijan. Sólo así será posible la igualdad real y la justicia.
Por otro lado, en el mundo laboral va a tener gran importancia la llamada Ley de Igualdad. Se trata de una ley que implica a toda la sociedad en su conjunto: Gobierno, Administraciones Públicas, Sindicatos, Empresas, Partidos Políticos, Asociaciones Feministas, en definitiva, a hombres y a mujeres por igual; y que además pretende incidir de una forma mas directa en el mercado de trabajo, donde las mujeres continúan sufriendo el mayor nivel de discriminación.
Celebramos que entre los nuevos derechos para trabajadoras y trabajadores que incorpora el texto haya novedades tan necesarias como el deber de negociar los planes de igualdad en las empresas de más de 250 trabajadores; el permiso de paternidad de 13 días; la flexibilización de los requisitos de cotización para tener derecho a la prestación por maternidad y un nuevo subsidio no contributivo para las madres que no hayan cotizado el tiempo suficiente; la equiparación económica de la prestación de riesgo por embarazo y de riesgo por lactancia a la prestación por maternidad, etcétera.
A pesar de estos avances en el terreno de lo legal, no todo lo acontecido este año nos permite estar de celebración:
– En 2006, 84 mujeres fueron asesinadas en el ámbito intra familiar.
– Un importante número de mujeres han sido víctimas de delitos de abuso, acoso y agresión sexual en nuestro país.
– A nivel mundial, la violencia contra las mujeres arroja cifras espeluznantes: en México se han registrado más de 370 homicidios de mujeres en 10 años y las ONGs hablan de más de 400 desaparecidas en Ciudad Juárez; desde 2001, más de 2.200 mujeres y niñas han sido asesinadas en Guatemala; en Nigeria el Gobierno no protege a las mujeres y niñas violadas por la policía; en Irán siete mujeres están condenadas a la pena de muerte mediante lapidación…
Queremos hacer una mención especial al problema de la pobreza, puesto que los datos reflejan un gran desafío: el 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres. Por ello insistimos en que se debe promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer en todo el mundo.
Luchar contra la pobreza, en sus distintas dimensiones, significa actuar contra la exclusión de las personas, a favor de las garantías de sus derechos económicos, sociales y culturales que se traducen en protección, trabajo digno, renta, salud y educación, poder, voz, medios de vida, en condiciones de igualdad. Es un compromiso irrenunciable e impostergable: toda la sociedad en su conjunto es responsable de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para la erradicación de la pobreza extrema.
Una sociedad que permite que la mitad de sus miembros tenga que luchar a diario contra la desigualdad, no es una sociedad democrática. Debemos trabajar para cambiar los cimientos, las rígidas estructuras que impiden a muchas mujeres ser dueñas de su propia vida.
Y todos, hombres y mujeres, debemos trabajar en este proceso de cambio. Porque caminar hacia la igualdad nos beneficia a todos.
Coordinadora de Asociaciones de Mujeres
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